lunes, 12 de diciembre de 2011

Dime cuál es tu historia y te diré cuál es tu histeria (Mea culpa)


Cuando me quejaba del hecho de cruzarme con estos especímenes tan exóticos de la raza humana, creía que era culpa del destino que me ponía a prueba. 
Siempre me consideré una persona buena onda, simpática y alegre. Pero en realidad sospecho que tengo una personalidad bastante jodida. Reflexionando un poco llegué a la conclusión de que algunas veces la culpa es un poco mía. Tal vez sea un instinto de “autopreservación/autoboicot”, como para evitar que a nadie ni siquiera se le ocurra la remota idea de acercarse a mí.

Algunos ejemplos de lo antedicho que han sucedido a través de los tiempos:
1.   -Mira que adentro del cine me pongo cachondo.
-Yo si pago la entrada es para ver la película.
2.   - ¡Qué bonita qué sos!
- ¿Qué carajo significa eso?
3.   - ¡Qué linda que estás!
-  No te creo.
4.   - Todo bien con que quieras que caminemos de la mano, pero mira que a mí cuando hace calor me transpiran un montón.
5.   - Che! ¿Te parece si lo dejamos para mañana?
-   Yo mañana no puedo, si no nos vemos hoy lo dejamos para dentro de dos meses, ¿Te parece?
6.     - No, vos hace lo que quieras. Solamente procurá que no haya registro de tus acciones. Yo por mi parte prometo no sacarme ninguna foto con el micro vestido negro que voy a usar esta noche.
7.   - ¿A que no sabés quién está en la puerta de tu casa?
-   Espero que Brad Pitt, porque hace cuarenta y cinco minutos que estoy esperando a un pelotudo que no viene.
-   No, yo: Tu príncipe azul.
-   El príncipe azul no existe.
8.    - (Mirándome al espejo) No estoy tan gorda, ¿no?
9.    - Mira corazón, lo tuyo es en cuotas y yo me aburro de las cuotas. No tengo paciencia.

No es que no tenga razón en las cosas que digo, pero muchas veces esa sinceridad absoluta requiere de que la gente me tenga que tener más paciencia que la normal. Creo que hay alguna fuerza superior que me impide quedarme callada o siquiera tener un poco de prudencia al hablar.  Porque yo te juro que por dentro soy re buena, es que no me doy cuenta de las cosas que digo hasta varios… MESES después y ahí es un poco tarde.
Capaz que es por mi necesidad de comunicar todo, o por pensar demasiado, o por no pensar lo suficiente,  o por no tener tiempo libre, o por tener demasiado tiempo libre… Pero que le pongo toda la onda, le pongo toda la onda.


miércoles, 27 de julio de 2011

El feedback

¡Hola! Yo tengo un blog.

Un blog en el que hago catarsis y le pregunto a la vida: ¿Porque todos con los que me cruzo terminan siendo reverendos hijos de puta? ¿No? Entonces sigo escribiendo y los que me leen me cuentan que también les pasan cosas similares. Tal vez no estoy tan sola en el mundo.

-Fue terrible leer eso. Me habría ayudado tanto si llegaba a mis manos antes.
- Igual ahora la teoría está bastante modificada. Dados recientes descubrimientos, el tema con los hombres-calesita es que PUEDE SER QUE LE GUSTES… pero no lo suficiente como para dejar de hablar con gatos baratos que se encuentra por ahí. Tómalo o déjalo.
- Ayyyy!!! Son todos iguales, no debería pensar así porque me dice mi psicóloga que no son todos iguales pero cada vez escucho más historias parecidas a la tuya.
- Jaja! No, no son todos iguales. En realidad, todo esto pasa porque no se quieren quedar sin el pan y sin la torta. Eso les pasa a todos estos locos indecisos. Hasta que viene una que le rompe el corazón.
- Clarooo, es verdad. ¿Y ahí se vuelve bueno?
- No, ahí se vuelve más hijo de puta. Es un círculo vicioso llamado "MATEMOS AL AMOR". Pobre el amor, yo todavía creo en él.
- Yo lo estoy trabajando en terapia porque no creo en él.
- Realmente hay que ser bastante positivo. Tener un renacer espiritual, un "ver el vaso medio lleno".
- Jajaja! Sos muuuy chamuyera, ¿Te lo dijeron alguna vez?
- Me dijeron tantas BARRABASADAS. “Chamuyera” lo considero un piropo.
- Bueno, sos bastante chamuyera.
- Si, a mucha honra. Es por eso que tengo este trabajo de... blogger.
- Y sí. Si no sabes chamuyar no podrías escribir.
- Eso también es un círculo vicioso: MÁS chamuyo; MÁS escribo; MENOS posibilidades de conseguir pareja, acompañante, amigo con/sin derechos, filito.

martes, 19 de julio de 2011

La profecía

Conocí al hombre perfecto.

Todo comenzó cuando me mando este mensaje:

(…) HOLA MUY LINDA FOTO,ME ENCANTARIA TENER LA POSIBLIDAD DE CHARLAR CON VOS UN RATITO, POR MSN CLARO ESTA,TE PARECERÀ MUY RARO PERO BUENO VI TU PERFIL Y ME MATO TU MIRADA ES MUY DULCE, SE PUEDE SABER Q SOS UNA CHICA QUE VALE LA PENA HABLAR, POR SI TE INTERESA ACA TE DEJO Mi MSN ES alexander29@hotmail.com.ar BUENO NO TE ABURRO MÁS TE DEBO PARECER UN TONTO POR EL MENSAJE ASI QUE DISCULPAME SI TE MOLESTE,ESPERO NO ME INSULTES QUE SIGAS MUY BIEN CUIDATE EXITOS!!! MMM UNA COSA MÁS TENGO LA ESPERANZA Q SEAS LA CHICA DE MIS SUEÑOS JAJA
 

"Quisiera ser el aire que escapa de tu risa
quisiera ser la sal para escocerte en tus heridas
quisiera ser la sangre que envuelves con tu vida
quisiera ser el sueño que jamás compartirías
y el jardín de tu alegría en la fiesta de tu piel.!!"

MI MSN ES: alexander29@hotmail.com.ar es raro mi msn me llamo alejandro pero estaba todos ocupados cuando me lo hice asi q le mande ese queda medio medio pero bue,,,,,,, ojala me agreges no seas tan mala besos
!!!1 (…)

Después me enteré de que le había mandado exactamente el mismo mensaje a cinco de mis amigas, pero no me importo.

Luego comenzamos a hablar un poco más seguido, me contó que en realidad estaba casado. Pero las cosas no estaban muy bien. Y luego dijo algo con lo que terminó por ganarse mi corazón: “Cuando me separe, te invito al cine”.

Además de todo esto, es extremadamente responsable. Un día, hablando de la facultad, me dijo: “La verdad ni idea con qué profesor me anoté. Me anoto por día y horario. Posta, es lo que priorizo por el laburo y el GYM.” Me encanta que se preocupe de esa manera por su futuro y sobretodo me gusta que se preocupe por sus futuros abdominales.

Con el tiempo empecé a conocerlo más en profundidad, me dijo que era muy respetuoso y que si él salía con alguien más iba a procurar que yo no lo supiera. Un verdadero caballero. A las dos semanas, me enteré de que estaba saliendo con una chica, pero seguramente no fue su intención que me enterara.

En algunos de nuestros encuentros, me había contado que en realidad no quería que formalizáramos porque le gustaban todas las chicas con las que salía, entonces no sabía con cuál quedarse. Yo le dije que no importaba, que yo iba a esperar pacientemente hasta que se decidiera. Mantener todas las velitas prendidas por las dudas si se apaga alguna, esa es la cuestión.

Sin embargo, poco después finalmente formalizamos nuestra relación (a pesar de estas pequeñas diferencias) y tuvo que irse de viaje por trabajo. A París, a hacer un curso. Me dijo que, fortuitamente, como tenía un amigo francés, se iba a quedar en su departamento en vez de en el hotel que le pagaba la empresa. Lo único que me pareció un poco raro fue que el amigo no salió en ninguna de las fotos. Pero sí me acordaba que hacía unos meses se había juntado a estudiar con una chica de intercambio. Casualmente también de Francia.

Al regresar me confesó que en realidad, estando en Buenos Aires me había engañado con su amiga francesa y era ella quién lo había invitado a París esperando revivir esa historia de amor. Solo tenía que pagarse el pasaje, para todo el resto alcanzaba con el amor que él estuviera dispuesto a darle.

Afortunadamente para mí, Ale se sintió muy culpable de haber tenido intenciones de engañarme nuevamente. Entonces, fue hasta Francia a disculparse con su querida amiga a quién no le tocó “ni un pelo” (solo el bolsillo y cuando tenía mucho hambre).

Cuando volvió me dijo que me amaba infinitamente y que quería que fuera la madre de sus hijos. Lo perdoné y nos amamos con pasión.

Gracias Ale por ser parte de mi vida. Ojalá nunca me faltes.

jueves, 14 de julio de 2011

Muertos vivos

Creo que llego el momento de volver a escribir. No si es porque se haya dado alguna situación en particular, o porque verdaderamente siento que ahora lo necesito. En realidad, situaciones en particular no me faltan. De hecho, me sobran. Pero no creo que sea por alguna de ellas. Aunque me pasaron un par de cosas un poco traumatizantes…

Caso Número 1: Alguien que me dijo: “Si me hubieses dado bola, no me iba a vivir a Ushuaia”. Posta.

Caso Número 2: Ahora que creo en el horóscopo me di cuenta de que no solo mi signo no es compatible con ningún otro, sino que también soy “el más sensible y romántico del zodíaco”. Muerte.

Caso Número 3: Conocí a alguien a quien le dicen “el tararira”.

Caso Número 4: Llegué a la importante reflexión de que salir con el que MENOS SE DROGA es algo genial a cierta altura de la vida. (Reflexión número 1)

Caso Número 5: Reflexión número 2: En este momento y según mis cálculos hay aproximadamente cinco personas a quienes les caigo muy mal. Trece a quienes le soy completamente indiferente. Y más o menos siete que quieren tener sexo conmigo. Voy genial.

Caso número 6: A veces creo que padezco algo que me gusta llamar “instinto de autodestrucción” o “mecanismo de ofensa”. Implica un comportamiento que tiende a buscar relacionarme ÚNICAMENTE con personas que ignoren mi existencia. (Hey! Vos! Sé que sos una alternativa sana. Ya se me va a pasar la etapa en la que me gustan los pelotudos, esperame.)

Caso número 7: Tengo una lista de reproducción que se llama “Música para bailar sola delante del espejo”

Caso número 8: Reflexión número 3: Aceptar que uno no tiene ni la más puta idea de lo que está haciendo es uno de los actos más valientes.

Caso número 9: Alguien me quiso conquistar diciéndome: “Menos NOVIO, contá conmigo para cualquier cosa. “

Caso número 10: Lo logró.

Caso número 11: Lo último que sé es que “lo dejamos para otro día”.

Caso número 12: La mejor noche del último tiempo fue cuando el dueño de un negocio de tatuajes me pidió el número de teléfono y le dije que no.

¡Nah! Era todo mentira. Hacía mucho que no escribía porque creo que lo que más me inspiraba era la IRA ACUMULADA A PUNTO DE ESTALLAR.

Ahora aprendí a tomar cosas buenas de todos los aspectos de la vida. Estoy viviendo un momento de total paz interior. IN-CRE-I-BLE. Entonces, me di cuenta de que escribo porque pienso mejor de lo que hablo. Escribo porque necesito organizar ideas.  Escribo pero pido perdón a los que saben escribir (y a los que saben leer). Escribo porque me leo y me da risa. Porque me leo y me da vergüenza (No de la ajena, de la propia) Porque me siento en la obligación de contar lo que me pasa, pero más… porque me gusta hacerlo.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Desperate housewife


Este vómito de reflexiones escrito es la manera que encontré de estar sana, por lo menos hasta que se me presente la posibilidad de experimentar con drogas alucinógenas.

Debería saber usted, estimado/a lector/a  que las siguientes líneas son producto de horas de pensamiento creativo puesto en funcionamiento y, por sobre todas las cosas, un excelente trabajo de edición. Para qué hacemos esto si no es para llevar por escrito, situaciones al límite; cuando en la vida real generalmente no tiene ni el menor asomo de entusiasmo.

Este blog es el espacio donde pasarían cosas como:
-¿Sentís eso?
-¿Qué?
-Esta tensión sexual entre nosotros. ¿No te parece que tenemos que hacer algo al respecto?
-¿Algo como qué?
-No sé, como revolcarnos juntos hasta que se extinga hasta el último vestigio de algo remotamente parecido a la pasión y nuestros cuerpos digan basta. ¿O vamos a convivir silenciosamente con el deseo?

(Lamentablemente en la vida real la única respuesta posible a este comentario sería algo como lo siguiente)
-Uh! Sabes que hoy no creo que pueda. Lo dejamos para otro día, ¿te parece?

En la vida real uno no puede ser tan claro con lo que propone, no importa qué tan buenas e inocentes sean nuestras intenciones o cuanto nos esforcemos por no generar malentendidos, las cosas no siempre salen según la receta.

Cuando era chica y tenía ganas de cocinar una torta, mi mamá me decía que primero debía asegurarme de que cuente con todos los ingredientes que necesitaría para la preparación. No vaya a ser que en el medio me dé cuenta de que no tengo huevos y tenga que salir a comprar. Lo que sería una catástrofe si  estamos hablando de un domingo o de la hora de la siesta.
Creo que en muchas otras situaciones, me pasa lo mismo. De alguna manera hay veces que busco una y mil veces en la alacena  lo que voy a necesitar, perdiendo más tiempo en eso que en la efectiva concreción de la obra repostera.

Algo me dice que la respuesta no está en buscar en la alacena, sino en correr el riesgo de no tener algún ingrediente y cambiar la receta. Lo importante debe ser no quedarse sin el pan y sin la torta. Alguna vez me saldrá algo imposible de comer y otras me saldrá algo mejor que si hubiera hecho todo como estaba preestablecido.  Por lo menos no voy a pasar hambre.

The revolcadita

Recientemente alguien que me conoce muy poco opinó muy atrevidamente sobre que lo que necesito para estar en paz y armonía de espíritu. No es consumir sustancias psicoactivas hechas a partir de plantas, ni aumentar la frecuencia con la que asisto a mi sesiones de terapia, ni tomarme vacaciones por tiempo indeterminado, ni seguir al pié de la letra los cuatro acuerdos de la milenaria cultura tolteca…”Lo que necesitas es una revolcadita. Así vas a estar más relajada y te vas a preocupar menos por las cosas.”

Después de dudar seriamente de la seguridad informática de mi conexión Wi-Fi, desarmar los artefactos telefónicos en busca de micrófonos y desconfiar del buen uso de las cámaras de seguridad de mi municipio; llegué a la conclusión de que seguramente estaba hablando con una persona demasiado “perceptiva”. 


Sin embargo, reconozco que un poco de razón tiene, pero considero que aquello que me está impidiendo encontrarme con este tipo de compañeros de aventuras fugaces; “one night stand”; garch&go; “Paixão de uma noite que logo tem fim”… es que digo la VERDAD.

El problema es que generalmente digo la parte de la verdad que no me favorece en absoluto: como mencionar problemas médicos, deformidades, falta de deporte, hablar de mi psicóloga, de mis relaciones fallidas, de mis problemas con el exceso de café y bebida cola en mi dieta diaria, poca tolerancia a los efectos del alcohol, que por las noches me dedico a investigar “como desarrollar telekinesis” y finalmente, pero no por eso menos grave, recomendar que lean este blog.
Además hay ciertos puntos a tener en cuenta: Si escribe “dencerio” nunca me va a caer bien, lo mismo que si nunca leyó Harry Potter, si practica mucho deporte, si tiene sobrepeso, si es muy flaco, si vive en zona Oeste, si es futbolista o si trabaja con el padre. Son cosas que ya sé, para que vamos a perder el tiempo, ¿no? No encaja en el ideal que está tatuado en mi inconsciente  por lo que queda automáticamente descartado como posible príncipe azul. Las sorpresas son para los ingenuos. (?)


Siendo sinceros nuevamente, la verdad que esto de pretender tomar decisiones con una bola del tiempo incorporada en el cerebro tampoco está bueno. Es mentalmente agotador. Pensemos menos, revolquémonos más.

lunes, 17 de enero de 2011

Carrera de obstáculos

-¿Qué estudias?
-Administración
-¿De empresas?
-No, Administración.
-Ah! Pero es lo mismo que Administración de Empresas.
-No, Licenciatura en Administración. Me habilita para administrar todo tipo de cosas,  organizaciones, objetos, países… (?)No solo empresas.
-Ah! Como más amplio.
-Si. Un poco de todo. Mucho de nada.

Ya uno se quiere hacer el complicado con el nombre de la carrera, como para que parezca más interesante.  Además, cuando estoy de vacaciones no pienso en “¡Qué bueno que estoy disfrutando de la vida de ocio!” sino “¿Qué carajo hago yo estudiando eso? ¿Me podés explicar? ¿Porqué no tengo una vida de ocio todo el año?”. La gente me cuenta de las carreras, oficios y profesiones de lo más interesantes. Gente apasionada que hace lo que ama: que disfruta de salvar vidas, expresarse artísticamente, educar, crear, cambiar, construir, ayudar, comunicar.  No digo que mi carrera no lo tenga, pero en este momento se me está haciendo difícil darme cuenta.

Sin embargo, por la falta de arte o creatividad en mi vida laboral y académica he comenzado a implementar ciertos escapes que le den un poco de ese salvajismo que tanto estoy necesitando. Es por eso que fui a un recital de una banda que conozco medianamente. Medianamente porque sabía la MITAD de los temas que tocaron; por lo que, en algunos momentos,  me vi obligada a poner  cara de “estoy tan emocionada de escuchar esta canción que no puedo emitir sonido”. Además, principalmente pensaba dos cosas: ”¿Por qué nunca aprendí a silbar?” y en que seguramente gran parte del mensaje no me estaba llegando por no estar bajo los efectos de sustancias alucinógenas.  Igual fue genial: hice pogo, me empujaron, me lastimé, me aburrí, me divertí, me morí de calor y me enamore profundamente del cantante. Finalmente salí agotada, con olor a mi misma y con olor a PERSONAS: cosas que toman otras personas, cosas que fuman otras personas y cosas que emanan otras personas.

Todo esto hizo que me ponga muy contenta porque ahora mi curriculum vitae va a decir “futura Licenciada en Administración y Groupie”.