lunes, 17 de enero de 2011

Carrera de obstáculos

-¿Qué estudias?
-Administración
-¿De empresas?
-No, Administración.
-Ah! Pero es lo mismo que Administración de Empresas.
-No, Licenciatura en Administración. Me habilita para administrar todo tipo de cosas,  organizaciones, objetos, países… (?)No solo empresas.
-Ah! Como más amplio.
-Si. Un poco de todo. Mucho de nada.

Ya uno se quiere hacer el complicado con el nombre de la carrera, como para que parezca más interesante.  Además, cuando estoy de vacaciones no pienso en “¡Qué bueno que estoy disfrutando de la vida de ocio!” sino “¿Qué carajo hago yo estudiando eso? ¿Me podés explicar? ¿Porqué no tengo una vida de ocio todo el año?”. La gente me cuenta de las carreras, oficios y profesiones de lo más interesantes. Gente apasionada que hace lo que ama: que disfruta de salvar vidas, expresarse artísticamente, educar, crear, cambiar, construir, ayudar, comunicar.  No digo que mi carrera no lo tenga, pero en este momento se me está haciendo difícil darme cuenta.

Sin embargo, por la falta de arte o creatividad en mi vida laboral y académica he comenzado a implementar ciertos escapes que le den un poco de ese salvajismo que tanto estoy necesitando. Es por eso que fui a un recital de una banda que conozco medianamente. Medianamente porque sabía la MITAD de los temas que tocaron; por lo que, en algunos momentos,  me vi obligada a poner  cara de “estoy tan emocionada de escuchar esta canción que no puedo emitir sonido”. Además, principalmente pensaba dos cosas: ”¿Por qué nunca aprendí a silbar?” y en que seguramente gran parte del mensaje no me estaba llegando por no estar bajo los efectos de sustancias alucinógenas.  Igual fue genial: hice pogo, me empujaron, me lastimé, me aburrí, me divertí, me morí de calor y me enamore profundamente del cantante. Finalmente salí agotada, con olor a mi misma y con olor a PERSONAS: cosas que toman otras personas, cosas que fuman otras personas y cosas que emanan otras personas.

Todo esto hizo que me ponga muy contenta porque ahora mi curriculum vitae va a decir “futura Licenciada en Administración y Groupie”.

viernes, 14 de enero de 2011

The holiday

Luego de haber pasado momentos muy intensos en los que soporté las consecuencias de decir la palabra COMPLETO delante de una señora con cera caliente en la mano  y haber estado una semana bañándome con un balde onda año 1810, partí hacia mis tan esperadas vacaciones. Viví de las experiencias más variadas y conocí especímenes de lo más divertidos.
·         “Mañana nos vemos en la playa y tomamos unos mates”
¡Ay! ¡Corazón de melón! ¿Cómo te tengo que explicar que esto de día no funciona? Dos cosas:  1. Mate no tomo (de última te acepto una Cindor) .2. ¿Vos te pensás que uso anteojos grandes porque es top? No, es para tapar las ojeras y no tropezarme con ellas cuando camino.¡A la playa yo voy únicamente para dormir cual morsa encallada en la orilla! (Cuando uno llega a cierta edad el cuerpo no nos da para tanta noche.)
·         “¿Jugamos un partido de Beach Voley?”
Probablemente muera en el  intento de hacer un saque. Para que te des una idea de mis capacidades, no soporto la exigencia física del tejo. ANIQUILANTE.
·         “Decime tu apellido así te agrego a Facebook”
¿Vos te pensás que cualquiera accede a las fotos de mis vacaciones de 2005? ¿Cuándo usaba aparatos y los efectos del sol en mi piel no eran precisamente bronceado dorado?
·         “Pasame tu número y te mando un mensajito”
Porque uno tiene que invertir crédito en llamadas y mensajes para encontrarte con gente que sale todas las noches en un radio de 5 cuadras. Aunque no quieras te vas a encontrar con todo el mundo, no hay escapatoria.
·         “Chicas les dejaron entradas para…”
Creo que realmente encontré una profesión que reúne absolutamente todas las cosas que me molestan de una persona: los “públicas” que viene del latín “tarjetero”. Vos que tenés 25 años y tu trabajo es dar a conocer tu tonada a las millones de jóvenes que veranean en la costa. Vos que sos un rubio de 1.90 recién llegado de Córdoba. Vos  que te ocupas en la labor de prometer “FREE’s” a cambio de que “la rompan bailando”. Vos… me caés mal,  sabelo.
·         Las plataformas
Que le queda a uno que mide metro y medio si vos, chiquita de 16 años, te ponés esos zapatitos de madera de 20 centímetros mostrando tus piernas estilizadas y bronceadas con los que apenas podés caminar. ¡ME ESTÁS CAGANDO LA VIDA!
·         “Si nos organizamos cogemos todos”
En la costa los medios de transporte multitudinarios son solo una herramienta más para interactuar con otros seres. Una de las alternativas preferidas de los jóvenes era a través de cánticos de lo más entusiastas: “al chofer no se le para, al chofer no se le para…no se le para el motor”.
·         “Ah! Pero no volviste tan quemada”
No importa cuánto prometiera “mañana nos levantamos temprano y vamos a la playa” nunca estuve lista  (ni despierta) antes de las 3 de la tarde. Blanquita pero feliz.